Calidad Microbiológica

CALIDAD MICROBIOLÓGICA: UNA MIRADA DE CONTEXTO

Revisar los costos de producir proteína para consumo humano incluye reconocer la importancia de los microorganismos y su capacidad de adaptación, pensando en su impacto en la salud humana.

 

Por: Laura Serrano Galvis. Microbióloga Industrial. MSc en Química Ambiental. Directora de Proyectos en Functional Corp.- Corporación para la alimentación funcional. Organización sin ánimo de lucro que, en alianzas con diferentes sectores de la industria alimentaria, promueve estudios de investigación para describir nuevos compuestos en los alimentos de consumo regular, desde la perspectiva moderna de la fisiología y la bioquímica nutricional.

Mucho se ha hablado de la necesidad de dar un paso definitivo en la industria pecuaria con miras a prescindir de los antibióticos como promotores de crecimiento en la producción animal. Múltiples empresas se han dedicado a la generación de planes para minimizar el uso de estos compuestos, pero pocas han logrado ponerlos en práctica con éxito, incluyendo la competitividad y un aumento en los costos de producción, cuyo responsable final no es claro. Algunos países son más exigentes que otros, y existe alguna regulación asociada al tema que permite avanzar, aunque a pasos muy cortos, hacia este difícil pero necesario escenario.

Paradójicamente, el estudio de la resistencia a los antibióticos no es una línea de investigación nueva, pero sí una realidad cada vez más cercana. Los mecanismos de resistencia se identificaron en la naturaleza casi al mismo tiempo que la aparición de las moléculas con efecto antibiótico y responden a una necesidad de adaptación y una presión selectiva en las poblaciones bacterianas sobre las cuales se describe el efecto. Sin embargo, se cree que este no es un fenómeno de ocurrencia natural, sino una situación de selección ocasionada por el actuar del hombre (Davies et al., 2010).

En nuestro país, existe la Resolución 1966 del 5 de septiembre de 1984, que establece que “No se aceptan como promotores de crecimiento ni mejoradores de desempeño sustancias antimicrobianas que se usen con fines terapéuticos en medicina humana”. A la fecha, apenas empieza la regulación a ponerse al día en este tema, bajo las directrices del Instituto Colombiano Agropecuario ICA, con la intervención del Instituto Nacional de Vigilancia de medicamentos y alimentos – INVIMA – y el Instituto Nacional de Salud desde el punto de vista de la inocuidad de los alimentos de origen animal.

El gran marco bajo el cual se impulsa la tendencia del uso responsable de los antibióticos y la eliminación de dosis subterapéuticas en la alimentación animal es la evidente resistencia desarrollada por los microorganismos patógenos, que ya es una realidad en el control de enfermedades en medicina humana y animal. El Plan Nacional de la Resistencia a los antibióticos 2019-2021 – PRAN- de España señala que “La causa de muerte por la aparición y propagación de las infecciones causadas por bacterias que son resistentes al tratamiento con antibióticos constituye una de las amenazas más graves a las que se enfrenta la salud pública y supone uno de los retos más importantes para la medicina moderna. El aumento de la resistencia a los antibióticos se debe a diversos factores, pero el uso inapropiado e indiscriminado de estos medicamentos es uno de los que más contribuyen a la aparición de este fenómeno, que causa un gran impacto clínico, epidemiológico y microbiológico”. El objetivo, que cada vez tiene más repercusiones a nivel mundial, se centra en “preservar de manera sostenible el arsenal terapéutico existente” (PRAN 2019-2021).

Sin embargo, a veces no es muy clara la convergencia entre la medicina veterinaria y la medicina humana, si limitamos el contacto simplemente al consumo de alimentos de origen animal. La situación real es un poco más profunda y comprende tanto la salud del animal y las prácticas productivas como la salud humana y el equilibrio medioambiental que incluye los recursos naturales; este concepto se conoce hoy en día como “ONE HEALTH” y pretende tener una visión más holística del problema, considerando que todos estos frentes están involucrados en la generación y diseminación de los mecanismos genéticos de resistencia a los antibióticos. (Hernando-Amado et al., 2020).

El grupo bacteriano en el que se ha identificado un mayor número de genes y mecanismos adaptativos de resistencia a antibióticos son las bacterias Gram negativas, habitantes normales del tracto gastrointestinal de humanos y animales. Pueden causar infecciones severas e intoxicaciones alimentarias masivas. En ellas se han descrito procesos biológicos altamente eficientes para compartir genes de resistencia con bacterias patógenas y comensales de su misma especie o de una especie diferente, incluyendo las bacterias Gram positivas (Mukerji et al., 2017). En este grupo bacteriano se encuentran las Enterobacterias como Escherichia coli, Salmonella spp., Shigella spp., Proteus spp., Enterobacter spp., Citrobacter spp., Yersinia pestis, Pseudomonas aeruginosa, Klebsiella pneumoniae y Campylobacter spp., entre otros. Todas son especies causantes de serios problemas sanitarios y de inocuidad para humanos y animales.

Los mecanismos mediante los cuales las bacterias se hacen resistentes están ampliamente descritos en la literatura científica. Dichos mecanismos pueden ser intrínsecos, es decir, se expresan de manera natural en la especie bacteriana de acuerdo a la exposición al agente antibiótico, pero no son adquiridos por contacto con otras especies resistentes. Aquí se encuentran estrategias como el cambio en la permeabilidad de la membrana celular y las bombas de expulsión (efflux bomb). La resistencia adquirida se relaciona con todos los mecanismos mediante los cuales las bacterias incorporan nuevo material genético: transformación, transposición y conjugación; dicha información se transmite luego a las generaciones posteriores.

La presión selectiva que se ejerce sobre las bacterias con el uso de concentraciones incluso mínimas de los antibióticos hace que las nuevas generaciones bacterianas sean multirresistentes, hipermutables y altamente susceptibles a incorporar material genético exógeno (Reygaert, W. 2018). Es por esto que, sin importar el ambiente en que tengan contacto con las moléculas de control microbiológico, ya sea en el campo pecuario de producción de proteína animal, en el campo de la salud humana o en el medio ambiente (residuos que terminan en el agua o el suelo), el efecto se manifiesta de manera global para todos los seres vivos y se hace aún más significativo en ambientes en los que las condiciones de limpieza y desinfección son deficientes, lo que aumenta la recurrencia al uso de sustancias con función antibiótica para el control biológico.

En los países de la Unión Europea se ha establecido un programa de vigilancia del consumo de antibióticos en el cual los países miembros informan acerca de los productos y las dosis utilizadas en salud humana. En el ámbito pecuario, los laboratorios, almacenes, establecimientos comerciales y asociaciones también informan sobre el consumo de antibióticos por cada especie animal (Informe Jiacra-España, 2018). Esta información ha permitido obtener un diagnóstico real del uso de los antibióticos, facilitando la toma de medidas coordinadas para avanzar en el uso responsable de estas moléculas. En España, por ejemplo, se han llevado a cabo acuerdos en distintos sectores de la producción pecuaria en relación con ciertas moléculas de uso común, como el “Acuerdo para la Reducción Voluntaria del Consumo de Colistina”. Este acuerdo involucró a cerca del 70% de los productores de carne de cerdo, logrando una reducción del 82% en el consumo de este antibiótico.

En el Informe Jiacra-España 2018 se realizó una revisión detallada de aislamientos de bacterias resistentes tanto en clínica humana como veterinaria, relacionando estos hallazgos con los consumos reportados de las diferentes familias de antibióticos. Las correlaciones estadísticas obtenidas evidencian una influencia directa positiva entre el consumo de agentes antibióticos en salud humana y la aparición de cepas resistentes aisladas en ambientes clínicos. También se observa una relación positiva entre el consumo de antibióticos en el ámbito pecuario y la aparición de cepas resistentes y multirresistentes. Además, se establece una relación significativa positiva entre el consumo de antibióticos en ambientes pecuarios y la aparición de cepas resistentes en ambientes hospitalarios de salud humana. El informe sugiere de manera interesante que “la reducción en el consumo de antibióticos tendría su mayor repercusión en la reducción de resistencias en el mismo conjunto poblacional, ya sea personas o animales, pero también, aunque en menor medida, la reducción del uso de antibióticos en medicina veterinaria tendrá efectos beneficiosos sobre el porcentaje de resistencias en bacterias aisladas de personas”.

Es fundamental que estrategias implementadas en países desarrollados, como las mencionadas, se tomen en cuenta en nuestro país para diseñar políticas más sólidas y llevar a cabo monitoreos más exhaustivos en el consumo de antibióticos en la industria avícola, porcícola, ganadera y acuícola. Esto es crucial debido a los informes de Enfermedades de Transmisión por Alimentos (ETAs) en los cuales se han identificado cepas multirresistentes asociadas a la producción de proteína animal (Arenas et al, 2017). Los esfuerzos deben ser colaborativos entre los diferentes gremios si realmente queremos contribuir a frenar el avance de la aparición de cepas multirresistentes y comenzar a implementar medidas contundentes asociadas al uso de dosis subterapéuticas de antibióticos de importancia en salud humana en la alimentación animal.

BIBLIOGRAFÍA

  • Devies, D. Devies. (2010) Origins and Evolution of Antibiotic Resistance. MICROBIOLOGY AND MOLECULAR BIOLOGY REVIEWS, Sept. 2010, p. 417–433.
  • JIACRA -España. (2018) Primer análisis integrado del consumo de antibióticos en personas y animales y su relación con la aparición de resistencia. Gobierno de España, Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
  • N.E. Arenas, V. Moreno. (2017). Producción pecuaria y emergencia de resistencia a antibióticos en Colombia: Revisión sistemática. Revista Infectio – Asociación Colombiana de Infectología; 22(2): 110-119.
  • PLAN NACIONAL FRENTE A LA RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS 2019-2021 – PRAN. Gobierno de España, Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
  • Hernando-Amado, T. Coque, F. Baquero, J. Martínez. (2020) Antibiotic Resistance: Moving From Individual Health Norms to Social Norms in One Health and Global Health. Frontiers in Microbiology. Artículo de revisión. Agosto 2020.
  • Mujerki, M. O”Dea, M. Barton, R. Kirkwood, T. Lee, S. Abraham (2017). Development and transmission of antimicrobial resistance among Gram-negative bacteria in animals and their public health impact. Artículo de revisión. Essays Biochem. 2017 Mar 3;61(1):23-35.
  • Reygaert. (2018). An overview of the antimicrobial resistance mechanisms of bacteria. AIMS Microbiol. 2018; 4(3): 482–501.BIBLIOGRAFÍA
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