a. El pollo se debe comprar en sitios seguros, limpios, que no tengan mal olor y que se encuentre refrigerado a 4°C o congelado a -18°C.
b. El color de la carne debe ser blanco y fresco.
c. El olor debe ser sui generis, no debe tener olor a medicamentos ni a descompuesto.
d. Al presionar la carne, esta debe subir rápidamente, lo cual indica la frescura de la carne.
El pollo contiene proteínas de alto valor biológico. Este nutriente tiene como función importante en el organismo humano la formación y reparación de la piel, los tejidos y los músculos. Interviene en la síntesis de enzimas y de algunas sustancias que regulan la comunicación entre los órganos y las células.
Contiene vitaminas del complejo B como el ácido fólico o vitamina B9, la cual interviene en la formación de las células sanguíneas, siendo parte de los componentes esenciales para la formación de los glóbulos rojos; la niacina o vitamina B3, que forma parte de las enzimas que intervienen en los procesos de la respiración de los tejidos y es un componente de las coenzimas NAD y NADP presentes en todas las células y necesarias en el metabolismo de los carbohidratos, proteínas y grasas. Por lo tanto, juega un papel importante en la producción de energía y participa en el buen funcionamiento del sistema nervioso y del sistema digestivo.
La cianocobalamina o Vitamina B12 es indispensable en el metabolismo de las proteínas, interviene en la maduración de los glóbulos rojos, en el metabolismo celular, favorece la absorción del hierro y participa en la maduración de las células nerviosas y de la hemoglobina. Estas vitaminas se deben consumir diariamente para evitar deficiencias, de ahí la importancia de consumir alimentos que las contengan como el pollo. Cabe recordar que el hígado de pollo tiene un alto contenido de vitaminas y minerales, destacándose la vitamina B12 y el ácido fólico.
La pechuga de pollo es el corte que tiene la menor cantidad de grasa, seguida por la pierna, el pernil y las alas, que son las que tienen mayor contenido de grasa.
Dentro del esquema de alimentación complementaria, se puede iniciar el consumo de pollo en los niños desde los siete meses de edad, en forma de crema de pollo o papilla.
Entre los siete y nueve meses, sopa crema (papilla); a partir de los nueve meses, molido o rallado en el “caldo” de su propia cocción. A partir del año y medio, se les puede ofrecer las colombinas o piernas de pollo, bajo la supervisión de la madre o su cuidador. Todas las piezas de pollo que se les ofrezcan a los niños deben estar bien cocidas, sin excederse en el tiempo de cocción.
Actualmente, la dietoterapia es muy amplia y, de acuerdo con la práctica clínica de los nutricionistas dietistas, no hay patologías en donde deba evitarse el consumo de pollo.
La preparación del pollo depende de los hábitos alimenticios, gustos y preferencias del consumidor. Puede consumirse cocido, a la plancha, asado, en tortas, en soufflé, frito o mezclado con otros alimentos como el arroz, las pastas y las verduras. En cualquier preparación, conserva sus características nutricionales siempre y cuando no se someta a un tiempo prolongado de cocción. Debe controlarse el tiempo y la temperatura; el pollo se debe servir bien cocido.
a. Conservar la cadena de frío. Esto significa que no debe mantenerse durante más de dos horas a temperatura ambiente. La carne de pollo es muy delicada y se puede contaminar fácilmente.
b. Los utensilios como el cuchillo, la tabla de picar y la olla o perol que se utilicen para preparar el pollo deben estar perfectamente lavados y desinfectados.
c. Las personas responsables de preparar el pollo y todos los alimentos deben lavarse muy bien las manos antes de empezar a preparar el pollo y, en general, todos los alimentos.
Una vez que el pollo llegue a casa o a la institución, se debe dejar en las bandejas donde se encuentra empacado por unidad. Si se compra a granel, debe almacenarse en bolsas plásticas transparentes, no más de 10 piezas por bolsa y en sentido horizontal. Antes de llevar las piezas a las bolsas, deben lavarse y secarse con una toalla desechable o con un lienzo que no suelte pelusa, limpio y exclusivo para esta labor. El pollo en el refrigerador debe permanecer máximo tres días. Si se desean congelar las piezas, se sigue el procedimiento anterior y se sellan muy bien las bolsas extrayendo el aire. Poner un sticker o etiqueta indicando el día en que se lleva al congelador. Un pollo congelado, teniendo en cuenta las normas de manipulación adecuadas, puede durar aproximadamente 6 meses.
El pollo, como los demás alimentos congelados, se debe sacar del congelador al refrigerador desde el día anterior a su preparación para que se descongele conservando la cadena de frío. Si se requiere urgentemente la pieza de pollo y no se llevó a cabo este procedimiento, se recomienda que en el mismo empaque plástico se lleve al chorro de agua fría y se deje correr el agua hasta que se descongele. Si se dispone de horno microondas, se puede descongelar en este de acuerdo a las instrucciones.
Esta práctica no se debe hacer. Todo alimento, incluyendo el pollo, que se descongela adecuadamente, se debe preparar inmediatamente. Si sobran porciones de pollo cocido, se deben dejar enfriar y llevar al refrigerador, no al congelador, y consumirlo lo más pronto posible, máximo al día siguiente. Recuerde siempre que las preparaciones de pollo o que contengan pollo no deben permanecer en el medio ambiente; se deben refrigerar lo más pronto posible (no llevar a la nevera caliente).
Niñas, niños, adolescentes o adultos pueden consumir hasta dos porciones de pollo diarias, teniendo en cuenta que una porción equivale aproximadamente a:
– 1/3 de una pechuga de aproximadamente 500 gramos.
– 1 pierna grande o dos piernas pequeñas.
– 1 pierna-pernil.
– 2 alas.
Las mollejas y el hígado de pollo, al ser fuentes de vitaminas A, B12 y de hierro, se pueden consumir una vez por semana.
El tiempo de cocción depende del tamaño de las piezas; lo importante es que todas las piezas del pollo queden bien cocidas sin excederse en la cocción. Se debe controlar el tiempo y el medio de cocción, ya sea agua o aceite. Cocinar bien el pollo asegura la destrucción de microorganismos. Si el pollo es sometido a una excesiva cocción, la carne se endurece y se pierden las vitaminas.
Para despresar un pollo, lo mejor es buscar las articulaciones de cada presa. Con un cuchillo bien afilado, cortar la piel entre los muslos y el resto del cuerpo. Sostener los muslos con las manos y levantar el pollo de la tabla de picar, doblar los muslos y empujar hacia atrás hasta que los huesos de la cadera se rompan. Si lo prefiere, adquiera el producto despresado.
Graciela Barriga Asociación Colombiana de Dietistas y Nutricionistas
Fuente: [https://www.acomerpollo.com/pdf/Revista-FENAVI.pdf](https://www.acomerpollo.com/pdf/Revista-FENAVI.pdf)