Estrés Calórico

ESTRÉS CALÓRICO EN AUMENTO PARA ANIMALES​

En las últimas dos décadas, el mercado ha mostrado una tendencia creciente en la demanda de proteína de origen animal en países ubicados en áreas tropicales y subtropicales. Esta tendencia podría estar relacionada con el aumento demográfico en estas regiones, generando la necesidad de proporcionar proteínas de alta calidad en la alimentación de la población. Además, el incremento gradual en la capacidad adquisitiva ha contribuido a una mayor demanda. En este contexto, la industria se enfrenta al desafío de alimentar a una población en crecimiento y cada vez más exigente con sus alimentos. Según la FAO, más del 50% de la carne mundial y el 60% de la leche se originan en áreas tropicales y subtropicales.

El aumento en la producción de proteína, especialmente de especies monogástricas, basado en la tecnificación de las condiciones de cría en regiones tropicales y subtropicales, plantea un desafío para el estado sanitario y productivo de las granjas. Esto se debe al desafío climático al que se enfrentan los animales en estas regiones, cuyas condiciones ambientales pueden llevar a la aparición de cuadros de estrés por calor.

 

¿QUÉ ES EL ESTRÉS POR CALOR?

No existe una definición única y universal que abarque a los animales de producción; sin embargo, varios autores han contribuido a la definición de este concepto. Inicialmente, se entiende como una situación que provoca la activación de los mecanismos de estrés biológico de un animal. Desde otra perspectiva, el estrés puede entenderse como la interrupción de la homeostasis en respuesta a estímulos externos que llevan a un animal a adaptarse a una situación nueva o anormal.

El estrés generado por calor es el resultado de un aumento de la temperatura ambiental a rangos superiores a los que el animal se encuentra en “confort” o en la zona de termoneutralidad. Este término se refiere al rango de temperatura ambiental en el cual el animal no necesita consumir energía extra para regular su temperatura corporal interna. La zona de termoneutralidad está influenciada por varios factores ambientales, como la velocidad del viento, la temperatura del aire, la humedad, la precipitación, la radiación solar, la raza animal y la disponibilidad de sombra o refugio.

 

ESTRÉS CALÓRICO Y ESTRÉS OXIDATIVO

Es comúnmente mencionado el efecto adverso que tiene el ambiente de alta temperatura sobre el pollo de engorde, especialmente sobre su fisiología y los parámetros productivos. Durante periodos de calor, la alta producción de especies reactivas, también llamadas radicales libres del oxígeno (ROS), induce estrés oxidativo a nivel celular. Este fenómeno se convierte en un enemigo silencioso que afecta la salud y la productividad de los animales.

Los ROS se generan de forma normal y continua en el organismo de los animales durante la respiración mitocondrial. Sin embargo, el organismo cuenta con sistemas antioxidantes propios o exógenos que contrarrestan la producción de los agentes oxidantes y evitan que afecten la estabilidad celular. Así, el organismo se encuentra en una lucha constante entre oxidantes y antioxidantes.

Esta lucha entre oxidantes y antioxidantes en el organismo animal se representa comúnmente como una balanza que equilibra el peso de ambos componentes. Sin embargo, agentes externos como el calor pueden dañar dicho equilibrio y aumentar la producción de radicales libres a niveles donde los antioxidantes endógenos son incapaces de controlar y equilibrar la balanza. En este punto, comienza la situación conocida como estrés oxidativo, comprometiendo la integridad de las células y la salud general del animal.

La alta temperatura corporal es uno de los factores más reconocidos en la avicultura como inductor de la producción de radicales libres. Estudios in vitro han observado que las células sometidas a estrés por calor presentan desequilibrio oxidativo y aumento en la citotoxicidad por agentes oxidantes. Se sugiere que el hígado es un órgano especialmente susceptible en estos procesos.


ANTIOXIDANTES NATURALES


En el marco de esta problemática y con el calor del lado de la balanza de los pro oxidantes, ha surgido la necesidad de buscar componentes que puedan equilibrar la balanza desde el lado de los antioxidantes. Así, la atención se centra en los antioxidantes naturales, como un complemento a los antioxidantes endógenos, que ayuden al organismo a mantener el equilibrio en la lucha oxidación-antioxidación, especialmente en momentos adversos como las altas temperaturas.

Reportes previos han evidenciado que los fitobióticos y especialmente los aceites esenciales pueden contribuir a la defensa del organismo frente a los radicales libres. Esto se debe en gran parte a la potenciación de la actividad de las enzimas antioxidantes endógenas, como la superóxido dismutasa (SOD) y la catalasa (CAT). Así, el animal muestra una mejor respuesta a los daños del estrés oxidativo, evidenciando una mejora general en los resultados productivos. Este fenómeno se observó en un estudio donde, mediante el uso de NATBIO Esencial premix® (aceite esencial de Lippia origanoides) en un modelo de estrés calórico en pollos de engorde, se logró un aumento del 10% (210 g) en el peso de los animales a los 42 días respecto al grupo de control, además de una mejor eficiencia en la conversión alimenticia.

Desde esta perspectiva, la situación de alta temperatura en las granjas avícolas es un problema creciente que la industria debe abordar, principalmente en países tropicales y subtropicales. Este desafío debe enfrentarse con un manejo integral, donde los procesos de pro oxidación deben ser tenidos en cuenta para contribuir a la salud de los animales. Los antioxidantes naturales, y en especial los aceites esenciales, representan alternativas interesantes y de gran valor para mitigar los impactos económicos de esta problemática en la avicultura.

Promitec cuenta con un portafolio de productos naturales desarrollados con biotecnología de punta que aportan una cantidad significativa de antioxidantes, demostrando su efecto protector ante el estrés por calor y mejorando el desempeño productivo de los animales.

Autor: Dr. Jaime Andrés Ángel Isaza, Nutricionista de Innovación, Promitec.


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