INGREDIENTES FUNCIONALES: MICROBIOMA, EL REDESCUBRIMIENTO DEL INTESTINO COMO ÓRGANO CLAVE PARA LA PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES

Un término que se está convirtiendo en best seller en todos los idiomas; pero como consumidores, ¿deberíamos buscar nutrición, salud y bienestar en obras literarias de gran éxito…? Quizás no. Se hace necesario entrar en una búsqueda de entender esta palabra más desde lo técnico que desde lo literario, anecdótico o experiencial.

Sin embargo, el recurso lingüístico de descomponer palabras técnicas es una de las formas más rápidas y universales de bajar de un lenguaje complejo al plano de lo cotidiano, más si se trata de nutrición, salud y bienestar.

Para entender el significado de esta palabra, basta con descomponerla y leerla en un contexto de la mínima unidad de vida: las células.

MICRO BIO OMA

MICRO = Es un prefijo que denota tamaño. En este caso hace referencia a organismo vivos unicelulares, es decir bacterias, que pueden vivir en el intestino.

BIO = Vida

OMA = sufijo utilizado en palabras griegas antiguas que denota el resultado de un proceso. En bioquímica lo que resulta de un proceso de un conjunto de células/bacterias vivas es un metabolito y así funcionan todos los órganos, incluidos los tejidos tumorales malignos.

Hay autores que hablan de MICROBIOTA, que es otra palabra; solo se descompone en dos: MICRO-BIOTA, donde la palabra BIOTA hace referencia exclusivamente a los microorganismos agrupados de diferentes familias y especies, pero no a los efectos de su interacción con el huésped, entre ellos y con el medio ambiente donde se encuentren.

Habiendo descrito la palabra técnica, ahora hay que situarse en el intestino, sin importar la escala evolutiva: desde un camarón hasta el ser humano. El MICROBIOMA, como conjunto de nutrientes, microorganismos y productos que resultan de sus procesos vitales, se podría decir, son un “nuevo órgano” dentro del intestino, del que podemos modular su comportamiento a base de la prescripción de PREbióticos, PRObióticos y FITObióticos con el fin de mejorar la digestión, la detoxificación y la respuesta inmune de nuestra mascota, del pollo, cerdo, huevo o marisco producidos en grandes factorías para alimentación humana y, por supuesto, del cuerpo humano mismo.

Aunque no es claro aún cuál es el impacto de los diferentes alimentos, nutrientes y estilos de alimentación en la modulación del funcionamiento del microbioma en los diferentes momentos de la vida, se sabe que hay cambios en la digestión, es decir, en la transformación, biodisponibilidad, bioactividad de los nutrientes y alimentos comúnmente consumidos (Laitinen & Gueimonde, 2019).

La evidencia sugiere que la diversidad microbiana puede ser uno de los puntos clave para entender los efectos benéficos para la salud, dada la diversidad de mecanismos metabólicos y señales inmunológicas que nuestro cuerpo necesita para su balance y buen funcionamiento (Trush, Poleuktova, Beniashvilli, Shifrin, & Poluektov, 2020). Cuando se pierde la diversidad de microorganismos, por ejemplo, por el uso continuo de bajas dosis de antibióticos o el uso indiscriminado de ellos en caso de infecciones (dosis, tiempo de tratamiento y sensibilidad específica de la bacteria que causa la enfermedad), se debe generar una señal de alerta ante un posible problema de salud como consecuencia (Dietert, 2016), de dicha alteración en el balance de poblaciones bacterianas por la acción del antibiótico.

Diferentes enfermedades (alérgicas, autoinmunes, inflamatorias, metabólicas) se han asociado a diferentes perfiles de poblaciones de bacterias, es decir, a diferentes microbiomas; existen bacterias probióticas que se han sugerido para crear un ambiente “antitumoral” particularmente en cánceres del tracto gastrointestinal, dado que están en constante comunicación entre ellas y se coordinan para cambiar su comportamiento dependiendo de la disponibilidad de nutrientes, la acumulación de toxinas y las amenazas de otros microorganismos patógenos (Dietert, 2016).

En los próximos años, los avances biotecnológicos y la innovación en nutrición, tanto humana como animal, van a estar centrados en la modulación del metabolismo; esto significa obtener los mejores resultados optimizando el desempeño productivo en animales de producción principalmente de proteínas (leche, huevos, carnes), y que estas sean de óptima calidad y seguras para el consumidor, es decir, que contribuyan al 100% a su bienestar, y por qué no, a demorar la aparición de enfermedades asociadas al envejecimiento. En este desafío, es definitivo integrar conocimientos de bioquímica, microbiología y ciencias aplicadas en alimentos tanto frescos como industrializados, para que el consumidor logre beneficiarse de los avances de la ciencia a través de los alimentos que siempre han formado parte de su canasta básica y de su cultura, sin necesidad de adoptar estilos de alimentación restrictivos o de cambiar alimentos por píldoras o malteadas milagrosas.

Autor: Pilar Serrano, Nutricionista experta en Alimentación Funcional, consultora Promitec.

Bibliografía

  • Dietert, R. (2016). The human super-organism. How the microbiome is revolutionizing the pursuit of a healthy life. NY: DUTTON.
  • Laitinen, K., & Gueimonde, M. (2019). Microbiota, Food and Health. International Journal of Molecular Sciences.
  • Trush, E. A., Poleuktova, E. A., Beniashvilli, A. G., Shifrin, O. S., & Poluektov, Y. M. (2020). The evolution of human probiotics: Challenges and prospect. Probiotics and Antimicrobial Proteins.
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